De cuando entrevisté a un robot

Esta semana, mi hija de cinco meses, Celeste, ha estado muy quisquillosa para dormir sus siestas. A cada meticulosa y delicadísima tentativa mía de colocarla en su cuna, se despertaba como si la hubiera yo lanzado a una piscina de agua helada. Para pasar el tedio de estar sentada con ella en brazos esperando a…