30 segundos con un pianista en el elevador

En Brasil se dice que quien mucho habla acaba dándole los buenos días al caballo. En otras palabras, acaba metiendo la pata, pasando vergüenza, diciendo lo que no debía… Pues esa soy yo, la campeona en darle buenos días al caballo. Quiero pensar que mis motivos son nobles, o al menos lo eran esta mañana…