Hablar de barato en la ciudad de lo caro

De compras en Japón: es conveniente conocer los lugares clave para no terminar en banca rota. El mercado de artesanías de Asakusa es una buena opción para los turistas.

De compras en Japón: es conveniente conocer los lugares clave para no terminar en banca rota. El mercado de artesanías de Asakusa es una buena opción para los turistas.

Hay que ver lo cara que es la ciudad de Tokio, al punto el blog TokyoCheapo se ha vuelto de los más populares aquí. El sitio web, cuyo nombre en español sería «Tokio barato» ofrece una serie de opciones de compras y diversión a bajo presupuesto, lo cual demuestra que con esfuerzo es posible encontrar en Japón cosas baratas, o al menos que no sean extraordinariamente caras.

Y es que si de extraordinariamente caro se trata, sin duda Tokio es el lugar, de ahí que siempre encabece todas las listas de las ciudades más caras del mundo. Y aunque con el tiempo uno se acostumbra a esta inflada economía; debo admitir que donde me resulta más complicado resignarme con los precios, es en el ámbito de las frutas.

La sandía, el melón o la piña es casi imposible comprarlas siempre enteras, salvo que uno esté dispuesto a invertir más de 100 dólares en dos o tres frutas. El valor promedio de un mango es de 7 dólares; y para quien tenga antojo de unas frutillas en otra época del año que no sea Primavera, una caja pequeña le costará al menos unos 10.

De cualquier modo, el asunto de las frutas no parece robarle mucho el sueño a los japoneses; sin embargo, el pago de la renta sí que le puede causar insomnio a cualquiera aquí.

Este delicioso mango lo compré en oferta. Fueron los 4 dólares mejor invertidos.

Este delicioso mango lo compré en oferta. Fueron los 4 dólares mejor invertidos.

El arriendo de un departamento de unos 40 metros cuadrados puede costar unos 2.000 dólares, a excepción  de que esté ubicado en un barrio tan distante como Machachi lo está del parque La Carolina en Quito, en cuyo caso quizás sea posible encontrar una pequeña suite por 1.000.

Ahora bien, alquilar un departamento de proporciones que en el Ecuador serían normales: digamos unos 120 metros cuadrados, ubicado en un barrio central de Tokio puede costar fácilmente unos 7.000 dólares y, por supuesto, algo un poco más grande superará ampliamente la línea de los 10.000 dólares mensuales.

Sin embargo, yo diría que donde los precios más se disparan (como suele suceder también en otros países) es en el ámbito de la salud, sobre todo en el de la salud dental. Una visita al dentista en Japón puede ser una experiencia mucho más aterradora que un encuentro con Godzilla. Yo misma salí del consultorio en estado de shock cuando supe que tendría que pagar más de 1.500 dólares simplemente por calzarme una muela.

En fin, Tokio es una ciudad absurdamente cara; pero como toda gran metrópoli llena de diversidad, también guarda joyas para quienes andan justos de dinero.

Incluso en barrios sofisticados, como Harajuku y Omotesando (donde están concentradas todas las marcas de moda) también es posible encontrarse con una tienda donde todo cueste 999 yenes (10 dólares) o incluso menos.

No obstante, en una ciudad donde solo para ir al supermercado las mujeres llevan bolsos Loui Vuitton y tacones Jimmy Choo, comprar un par de zapatos «999 yenes»  no siempre resulta muy reconfortante. Por ello, aquí las tiendas con artículos de segunda mano abundan y son el paraíso de quienes añoran calzarse unos Prada sin pagar 2000 dólares por ellos, o lucir un abrigo de Mink por menos 100 dólares.

En una tienda como esta, donde todo cuesta 999 yenes, es posible encontrar ropa y accesorios. También hay tiendas de este tipo con artículos para el hogar

En una tienda como esta, donde todo cuesta 999 yenes, es posible encontrar ropa y accesorios. También hay tiendas de este tipo con artículos para el hogar

Y aunque guardan muchas joyas de la moda, estas tiendas son también el refugio de todos aquellos pantalones fosforescentes y jeans descoloridos, que creímos haber dejado atrás cuando acabaron los 90.

Esto las convierte en las predilectas de aquellos japoneses (y los hay muchos) que piensas que «todo tiempo pasado fue mejor» y que disfrutan de andar por ahí luciendo chaqueta y peinado a lo Elvis Presley o vestido de los años 20.

Personalmente, cada vez que entro en una de estas boutiques estoy casi segura de reconocer entre las perchas aquel vestido que me regalaron cuando cumplí 13 años o ese pantalón acampanado que mi mamá utilizaba cuando aún era soltera. En suma aquella ropa nuestra de hace 20 años, que siempre nos preguntamos a dónde habrá ido a parar, parece haber venido a parar toda aquí.

Pero ya sea en las tiendas de 999 yenes, en las de segunda mano o en las grandes cadenas como Uniclo, Zara o H&M; siempre que uno se conforme con no poder usar todo el tiempo Cartier o Valentino, Tokio no resultará una ciudad cara para la moda. De hecho, con creatividad y buen olfato es posible mantener un ropero  divertido y actualizado sin tener que hacer padecer el bolsillo. Y debo confesar que para una apasionada de las compras como yo esa es la receta de la felicidad…

Un comentario en “Hablar de barato en la ciudad de lo caro

  1. Siempre había escuchado de lo caro que es vivir en Tokio, pero nunca me imaginé que fuera tanto; lo cual me hace pensar que el turismo en Japón debe ser muy angustioso para quien no disponga de una jugosa billetera.

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